Es la pregunta que los australianos han tenido que plantearse dos veces en apenas seis meses después de unos ataques a niños demasiado desconcertantemente crueles como para ser comprendidos.
Es la pregunta que los australianos han tenido que plantearse dos veces en apenas seis meses después de unos ataques a niños demasiado desconcertantemente crueles como para ser comprendidos.